jueves, 29 de octubre de 2009

“La Casita”, un lugar donde educan con y sin libros

La Asociación Pro Estudiantes Universitarios es una entidad que se inició hace más de 20 años, con la finalidad de facilitarles a los chicos provenientes de hogares carenciados o con problemas familiares cursar los estudios secundarios.

Comenzó por iniciativa del escribano José Cagnín, y luego el Padre Ramón Prat le dio el gran impulso cediendo a la institución una casa prefabricada ubicada que pertenecía a la Parroquia del Sagrado Corazón.

Al pasar el tiempo y ver cómo evolucionaba la ONG, el Padre Prat por medio de Caritas de la Parroquia del Sagrado Corazón construyeron lo que hoy es “La Casita”, que cuenta con una sala de estudio y un comedor al que actualmente asisten 21 estudiantes. El hogar está ubicado en la calle Industria 480, a metros de la comisaría 9na de Villa Ballester.

En “La Casita” los chicos reciben ayuda escolar, llegan entre las 8 y las 8.30 de la mañana, desayunan y hacen la tarea del colegio, acompañados permanentemente por una maestra que los asiste en todo lo necesario. Luego tienen un tiempo de recreación para jugar en el patio, finalmente almuerzan y a las 13 se van al colegio. La mayoría asiste al colegio Emilio Lamarca, gracias a las becas otorgadas por la escuela. Otros concurren al Colegio José Hernández o a la Escuela N° 34.

Las edades de los estudiantes que acuden actualmente varían entre los 12 y los 19 años, todos cursan estudios secundarios y son vecinos de la zona de San Martín. Dos de ellos, los que finalizan la secundaria el próximo año, además trabajan los fines de semana. Yesica es niñera y Julio se desempeña en una panadería. Algunos asisten a “La Casita” con sus hermanos como Yesica y Natalia o Leila y Alan.

Además de la maestra, el lugar está a cargo de Leonor, cocinera de allí desde hace más de 8 años. También todas las semanas los visitan miembros de la comisión: los martes va María Esther (Ñata), los miércoles Víctor y Josefina, y los viernes Víctor, para compartir momentos con los chicos.
El señor Víctor Caruso, cuando terminan el colegio cómo premio a los chicos con mejor promedio los lleva a pasear. Del mismo modo, cuando termina un trimestre al que mejor promedio logra se le da un obsequio a modo de incentivo.

En pocos días los jóvenes realizarán una excursión a La Plata, para visitar el Museo de Ciencias Naturales, la Catedral y el Zoológico de la ciudad.

Pero la enseñanza que se les ofrece aquí no se limita a los libros y al apoyo escolar, sino que se los educa integralmente inculcándoles valores como el compañerismo y el respeto. Muchas veces los más grandes colaboran explicándoles temas del colegio a los más chicos.

Actualmente Caritas colabora con alimentos y materiales escolares. Además “La Casita” se mantiene con fondos provenientes de festivales, obras de teatro y rifas que organizan.

El 6 de septiembre pasado se realizó un Café – Concert a beneficio de A.P.E.S. en el Salón Spelunca de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús. En él que se presentó el “Conjunto Semblanzas”, compuesto por Nilda Martínez en guitarra y voz; José Luis Quintero en percusión, charango y voz; y Roberto Gagliano en guitarra y voz. También brindó su espectáculo la actriz y cantante Miriam Martino, con el acompañamiento en guitarra de Germán Martínez. Presentaron textos y canciones de Chabuca Granda, Eladia Blázquez y Violeta Parra.

También ayudan diversas instituciones como por ejemplo La Liga de Madres, el Rotary Club, la Asociación Cristiana Femenina, la Comisión Pro Hospitales y particulares como Marta Castañari y Carlos Olivera. Además pueden colaborar los vecinos a través de una cuota mensual o acercando alimentos, útiles, etc.

Para ayudar: 4753-7276 / 4729-7923


Anabela Caggiano

viernes, 16 de octubre de 2009

Cines de Barrio

Los cines de barrio vivieron su época de oro entre los años 1930 y 1950.

Fue así que en 1930 se inauguró el Cine Edén de San Andrés, en Ayacucho 350, ofreciendo funciones de teatro, cine, bailes y hasta boxeo. Ésta fue la primera sala de espectáculos, además tuvo entre sus contratados a Carlos Gardel.

La zona más importante de Villa Ballester llegó a tener cuatro cines: el Cine Mitre, donde actualmente está el supermercado Carrefour de Chilavert; el Cine Sarmiento que se incendió, fue demolido y allí se construyeron locales; el Cine Majestic, que actualmente es un templo evangelista y el cine América.

A su vez, San Martín contaba con el Ateneo, de Sanguinetti; el Moderno, en el que también cantó el Zorzal Criollo y estaba ubicado donde actualmente se ubica la sede de la Sociedad Italiana; el Cine-Teatro Gran Plaza y el Moreno, situado cerca de la estación de trenes. La mayoría también funcionaba como teatro.

Al respecto, el Sr. Rubén Silva, vecino de Villa Lynch donde se encontraba el cine Azcuénaga, recuerda: “Antiguamente se anunciaba por las calles la película que se iba a estrenar, venían con un equipo en un coche e instalaban una pantalla. La gente llevaba su propio banquito para sentarse”.

Por otra parte, en el telón de los cines se colocaban anuncios publicitarios de comercios de la zona, entre ellos: Casa Menini Hnos, Italmodas, Farmacia Alemana y Peleterías Claudia.

En aquellos años 40 no había un solo chico que se perdiera las continuadas de cowboys o una parejita que dejara pasar una película de amor. También estaban las comedias nacionales y de a poco llegaron los musicales de Hollywood.

“Lo que más recuerdo son los Cines Sarmiento y Majestic. Mi abuela me llevaba los miércoles porque era el día de damas, era más barato y podía ver tres películas continuadas”, cuenta Luisa González, vecina de Villa Ballester.

Ir a los cines de barrio siempre fue una fiesta, hasta que las salas se fueron transformando en estacionamientos de templosos supermercados.

La televisión y el video fueron un gran golpe. Y los shoppings terminaron de hundirlos.

Hoy por hoy sólo existen dos cines en el municipio. El Cultural Plaza, inaugurado como Cine Teatro Gran Plaza en 1938 por la empresa de los Hermanos Márquez, era la más moderna sala de San Martín hasta que cerró sus puertas durante la crisis de los ´90. Fue adquirido por el Municipio y reinaugurado el 24 de mayo de 1993 ya convertido en Centro Cultural. Cuenta con dos salas: José Hernández y Leopoldo Torre Nilsson, ofrece teatro, cine, música, ópera, danzas y exposiciones de plástica. El cine José Hernández, situado en Villa Ballester, nació en 1993 de la mano de Alberto Soteras. En 1985, las autoridades del colegio José Hernández, donde había hecho la secundaria, le propusieron que armara una sala de cine en el teatro escolar. No lo dudó: vendió su batería y compró sus primeros equipos. Le tomó ocho años armar el cine.

Mas allá del paso del tiempo, de los avances de la tecnología y de los cambios en nuestros hábitos sociales, aquellas salas de los cines de barrio seguirán siendo el continente que alberga los mas hermosos recuerdos de quienes desde una de sus butacas eran capaces de recorrer el mundo entero en un abrir y cerrar de ojos.


Anabela Caggiano
anabela.caggiano@hotmail.es

Leandro Saldivia

Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, entidad decana en el Partido de General San Martín

La Sociedad Italiana de Socorros Mutuos de General San Martín fue fundada en 1871, siendo así la primera en el Partido. Brindar ayuda y generar actividades que mantengan vivas las tradiciones fueron los ejes sobre los que se estableció esta entidad.

Se trata de una institución nacional, es decir que representa a toda Italia y abierta, es decir que de ella pueden participar italianos, descendientes o argentinos. El presidente actual, Miguel Santoro, es el primer argentino en la historia de la Sociedad Italiana en ocupar este cargo. Los períodos de presidencia son de dos años y son elegidos en Comisión. En ella todos participan ad honorem, cada uno tiene un trabajo independiente de la institución, del cual vive.

A medidos de 1800 San Martín era un pueblo formado prácticamente todo por quintas, en su mayoría propiedad de inmigrantes italianos. Una navidad de la década de 1860 se reunieron gran parte de sus habitantes para celebrar y allí surgió la idea de organizarse. Las fuerzas vivas que en ese momento componían San Martín, y que poseían cierta instrucción, se encargaron de comenzar a constituir la Sociedad. A partir de ese momento se convirtió en la única institución organizada en el municipio. En sus inicios la sede estaba ubicada en lo que hoy es la calle Matheu y Córdoba. El predio que actualmente ocupa la sociedad, situada en Pellegrini 2030, fue donado por Antonio Telado.

Tenía dos médicos y un sulki, cuando alguien enfermaba el médico se trasladaba en el sulki hasta la casa del paciente para atenderlo. Los primeros médicos del Hospital Diego Thompson fueron los de la Sociedad Italiana. Además, en ella se organizaron los Bomberos Voluntarios de General San Martín, fundados en 1913 y la Cámara de Industria y Comercio de San Martín, nacida durante la década de 1930. También la escuela Dante Alighieri tuvo sus orígenes en la Sociedad Italiana, pero con los años comenzó a tener autonomía y finalmente se independizó totalemente.

Al llegar la Segunda Guerra Mundial la Sociedad funcionaba a pleno, pero comenzaron los problemas políticos y se llegó a tal punto que la sociedad quedó acéfala. A partir de allí comenzó a ser manejada por cuatro o cinco personas, quienes decidieron alquilar las instalaciones a terceros sin control alguno. Terminada la guerra, en 1947 comienza la oleada de inmigración y los recién llegados se encontraron con una institución ocupada. Con el paso de los años se empiezan a tomar medidas estrictas, se emprende la reorganización y se comienzan a recuperar los espacios. El Cine San Martín, ubicado en sus instalaciones, es devuelto recién con la llegada de la televisión, cuando el interés del pueblo por el mismo recae notablemente. Una vez recobrando se le retiraron las butacas y allí se empezaron a realizar bailes, con la curiosidad de que el piso estaba inclinado y cada uno debía bailar como podía.

Durante todos estos años de disputa y restablecimiento, sucesivos presidentes de la entidad se encargaron de su evolución: Acualaña, Foresi, etc. Alcanzando gracias a ellos gran importancia e influencia dentro del Partido.

Hace algunos años, en San Martín existía una Sociedad Argentina de Socorros Mutuos, que quedó acéfala, se disolvió y nombró como heredera a la Sociedad Italiana. Beneficiándola con una propiedad en la calle Moreno, lo que demuestra el respeto de sus pares.

En la sociedad se realizan periódicamente bailes, fiestas, almuerzos, conciertos. En la calle Tucumán posee un espacio recreativo, adquirido en 1992, destinado a gente mayor, que cuenta con cancha de bochas, salón calefaccionado donde jugar a las cartas, televisión. Los sábados de 10 a 12 horas se brindan clases de coro, vocalización, respiración y canto. Todo esto es ofrecido en forma gratuita a los socios. Además, ellos son beneficiados con descuentos en el alquiler de los espacios, salones para fiestas, eventos. Existen dos tipos de socios: adherente y activo. Para inscribirse como activo se debe tener hasta 60 años de edad, esta opción permite la posibilidad de formar parte de la comisión. El adherente no, pero desde hace 2 años estos socios pueden participar de la asamblea. La cuota hoy es de 7 y 5 pesos, respectivamente.

En el 1º piso del edificio de la Sociedad funciona una sede de la Cultural Inglesa. En el salón se ofrecen clases de tango, yoga, danza, pilates, Tai Chi Chuan. También allí se brinda un curso del sistema TANGO. La institución se solventa gracias al alquiler de los espacios donde se realizan estas actividades.

De todas las colectividades, una de las más numerosas la constituye la italiana, que ha concebido con su esfuerzo la historia local, sin por ello olvidar su propia tierra.

Gracias a los integrantes de la comisión directiva: Primo Marani, Roque Lopresti y Mario Siciliano por la entrevista concedida.

Anabela Caggiano